Los SAPS tienen una fuerte incidencia en la línea de educación, tres proyectos son ejemplo de estos esfuerzos por transformar la realidad educativa de la nación.
Los SAPS favorecen el trabajo colaborativo e interdisciplinario para abordar desde la docencia, la investigación y la extensión las problemáticas socioeconómicas desde una perspectiva basada en la Doctrina social de la iglesia y su propio fundamento antropológico, siendo la educación una de sus líneas prioritarias de enfoque, así lo declaró Gabriela Croda Borges, Directora de la Facultad de Educación.
“Desde esta se busca contribuir al mejoramiento continuo del sistema educativo nacional a través de la formación inicial y permanente de profesionales de la educación en donde se incluyen a los docentes, directivos, orientadores e investigadores educativos”, detalló la académica.
Para dar fe de este compromiso, la UPAEP ha puesto en marcha tres proyectos que inciden directamente en esta línea de enfoque: las Jornadas Interdisciplinarias de Pedagogía e Innovación Educativa y Psicopedagogía; enfoque reflexivo de la práctica docente junto a las experiencias del diplomado en Gestión en Procesos Educativos a distancia en tiempos de crisis y el Congreso Nacional de Posgrados en Educación.
En cuanto el primer proyecto, Paula Rodríguez González, Directora Académica de los programas de la Licenciatura de Pedagogía e Innovación Educativa y Psicopedagogía destacó la partición de 1000 personas vía virtual, en donde la verdadera importancia de estas jornadas es el posicionamiento de las licenciaturas no solo en nivel nacional, sino también a nivel internacional con la vinculación de universidades en Colombia, Chile, España y Francia.
El resultado es el proyecto de una metacognición sobre el rol específico epistemológico y ontológico de la reflexión del nuevo papel del pedagogo y del psicopedagogo. Por su parte Luz Berenice Silva Ramírez, profesora de la Facultad de Educación, indicó que este fue un gran proyecto ya que el estudiante aprende a mirar la realidad con otros ojos, se vuelve sensible y comprometido con su realidad.
En cuanto a la profesionalización docente, segundo proyecto de esta línea, Mónica Monroy Khun, Directora Académica de Profesionalización Docente, señaló que en México tiene aproximadamente 20 años, en donde las universidades han jugado un papel fundamental trabajando con el magisterio.
La UPAEP en Puebla es pionera en la formación de profesores y profesionales de la educación de todos los niveles educativos desde hace ya casi 15 años a través de los programas de maestría en Profesionalización Docente que actualmente están conformados por la maestría en pedagogía, la maestría en liderazgo y gestión educativa, desarrollo humano y educativo, tecnología educativa, educación matemática y orientación y desarrollo familiar, con una matrícula de cerca de 1200 estudiantes, desde 2007 han egresado poco más de 5200 profesionales de la educación que no solo se encuentran en el estado de Puebla, sino en toda la región centro y sur de México.
Este proyecto da cuenta de cómo a partir de la articulación de las tres funciones sustantivas que son investigación, docencia y extensión, se ha construido un concepto de profesionalización docente que ha permitido que estos programas de UPAEP contribuyan a trascender la profesionalización que tradicionalmente ha dominado en México y que se centra en un carácter corporativo.
“De esta forma el concepto de profesionalización que hemos desarrollado, atiende tres dimensiones clave una identitaria, una ética y una reflexiva; en la primera se busca robustecer la identidad de los profesores, permeada por un autoconocimiento personal en el que se fortalezcan sus potencialidades humanas, de modo que permitan saberse a sí mismos como agentes de cambio sobre los cuales va a recaer la necesidad de ser los forjadores de la esperanza y por lo tanto asumirse como autoridad para acompañar los procesos de educación en sus distinto ámbitos de desarrollo”, expresó.
Por su parte Giovanni Chávez Melo, Director Académico de la Maestría en Innovación Educativa, comentó referente a la extensión de este proyecto, que se da inicio con la firma del convenio con la Secretaría de Educación del Estado de Puebla, el cual se ha ido consolidando poco a poco al tomar en cuenta a distintos aliados como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y del Sindicato de Trabajadores del Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla, la Universidad de Alcalá de Henares y el Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
En cuanto al Diplomado en Gestión de Procesos Educativos a distancia en tiempos de crisis dio como resultado la formación de 233 docentes en estas temáticas. Este modelo centrado en la persona permitió desarrollar competencias socioemocionales, la planeación y diseño instruccional, la evaluación, el acompañamiento y las herramientas interactivas.
“De esta manera pudimos tener un impacto importante que para muchos se tradujo en la dotación de herramientas digitales. El cúmulo de aprendizajes que los estudiantes han tenido adicional a su maestría con este diplomado, ha transformado la vida de muchos de ellos”, explicó.
En cuanto al último proyecto referente al Congreso Nacional de Posgrados en Educación dejó claro cómo la influencia de los docentes y el trabajo colaborativo en la formación de los doctorandos se vuelve central.
“La docencia en este ejercicio a través de la enseñanza aprendizaje, el acompañamiento, la orientación y el diálogo favorece la formación y el ejercicio de dar respuesta a las realidades sociales a través de las investigaciones de los estudiantes”, señaló Emma Verónica Santana Valencia, profesora de la Facultad de Educación.
Durante su intervención Gabriela Croda, mencionó que este se trató de un espacio de difusión del conocimiento educativo, desde una investigación vinculante que alimenta el trabajo docente y la formación de los estudiantes, al proveer referencias significativas.
Este congreso contó con 348 congresistas inscritos, 113 ponencias recibidas, 79 aceptadas, 111 dictaminadores.
“El congreso como proyecto SAPS, buscó articular que las agendas y dinámicas que suelen ser independientes en las tres funciones sustantivas, pudiera generar perspectivas que superaran la parcialidad del desarrollo académico, que fuera un medio para articular el quehacer institucional, en síntesis, que se favorezca la relación de las funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión con un sentido altamente formativo”, puntualizó.