Estamos en un proceso de recuperación económica, si hay productos agrícolas con precio elevado simplemente no se van a consumir o no en la medida que se hacían en otros años y esto genera una cadena con efecto hacia atrás que repercute en los bajos precios para los agricultores, expresó Luis Andrés Cabrera Mauleón, Catedrático de la Facultad de Ingeniería en Agronomía.
En rueda de prensa explicó que, si existe mayor volumen de producción, en la que existan ahorros en los procesos técnicos, habrá cantidad suficiente de los productos agrícolas (granos, hortalizas, frutas) y eso favorece también los precios bajos para el consumidor. Mencionó que, para los agricultores, es importante hacer un ahorro en factores como el manejo de fertilizantes o las herramientas de trabajo (maquinaria, operación de la misma, etc.), para que no impacten en el costo de producción y así a la hora de tener la cosecha y la venta del producto, se obtenga un mayor margen de utilidad. En cuestión del uso de fertilizantes dijo que, existen factores que ayudan a prescindir de éstos y por consiguiente son un apoyo en el ahorro; por ejemplo la conservación de suelos, la aplicación de materia orgánica y el utilizar todos los mecanismos de la agricultura de conservación. Expuso que, hoy en día es muy importante el manejo de todo el entorno, englobando el suelo, clima, agua, flora, microorganismos; para hacer de estos elementos una alianza estratégica que garantice el éxito del producto agrícola.
Sobre el precio del limón y otros productos expresó que es un fenómeno recurrente que se debe a ciclos productivos. “El ciclo de los árboles, sumado a los climas que se dan a fin de año hacen compleja la producción y es cuando tenemos los precios más altos”. A este respecto explicó que en cuanto empieza el ciclo productivo, llega el momento comercial del fruto y por esa mayor producción el precio comienza a bajar. Cabrera Mauleón también expuso un problema que se vive en la actividad agrícola; la inseguridad, la cual sobre todo en la zona de tierra caliente (Michoacán), ha orillado a que los agricultores abandonen la actividad o se dediquen al cultivo de otros productos. En la zona poblana expuso que el tipo de delincuencia que se sufre es el robo de cosecha por las noches. “Estos robos de la cosecha ocurren con gente armada, con el nivel de armamento de la delincuencia no queda más que resignarse y esperar al ciclo siguiente para producir o tomar medidas como poner una caseta o tener terrenos más cerca de lugares de vivienda”. Descartó que la agricultura tenga problemas a raíz de la migración pues señaló que ante ésta ha surgido el fenómeno de la feminización de la agricultura que ha solventado esta parte, pues “las mujeres se han apropiado de este tema en beneficio de mantener viable la alimentación familiar”.