Desde el punto de vista médico, es importante que la persona duerma bien para mantener su sistema inmunitario, porque no dormir adecuadamente de 7 a 8 horas, disminuye en hasta un 10 o 15% la actividad del sistema inmune para protegerse de bacterias y virus.
El ritmo de vida y la pandemia de salud que se está viviendo, vinieron a modificar la calidad de sueño de los mexicanos y en el caso de los poblanos, estamos en los primeros lugares del país en dedicarle menos horas al sueño.
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS), reporta que cerca del 35% de la población tiene una afectación o refiere alguna alteración en el sueño, señaló Mercedes Paola Dehesa Isidoro, catedrática de la Facultad de Medicina de la UPAEP.
Y, dentro de esta situación, comentó que hay un tema peculiar sobre quiénes duermen más en el mundo, al agregar que el estudio fue muy amplio y se ha hecho durante varios años, es una investigación de Klaus Ackerman y sus colaboradores, además de la participación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, quienes se guiaron por el uso del internet.
Dehesa Isidoro expresó que en el continente americano los mexicanos dormimos más que los americanos, “los mexicanos en promedio estamos durmiendo 9 horas con 45 minutos, mientras que los americanos le dedican al sueño, 8 horas 31 minutos; y a nivel mundial, los residentes europeos duermen más que los mexicanos, es decir, descansan 25 minutos más; mientras que los japoneses están durmiendo 7 horas, y los que viven en Corea del Sur, 9.
Señaló que se están observando diferentes trastornos del sueño. En México antes de la pandemia sufrían 45% de la población este tipo de enfermedad -trastornos del sueño- ahora, después de dos años de pandemia, el 50% de la población presenta problemas por estos trastornos del sueño. Lo ideal es que la gente duerma mínimo 6 horas en promedio, para poder reponerse, pero si puede hacerlo por 8 horas, será mejor.
Al referirse a los datos estatales, en Puebla, los poblanos anteriormente tenía una alteración del 40% relacionados con los trastornos del sueño, ahora a dos años de la pandemia del Covid-19, es del 42%, y dentro de los principales trastornos del sueño encontramos al insomnio, que es el no poder dormir adecuadamente.
Agregó que Puebla, está por debajo de la Ciudad de México con 42.6 y en tercer lugar Monterrey con un 40%, mientras que la media nacional de la gente que no duerme bien es de un 35% en el país y la gente que está durmiendo mejor en México, es la que vive en la zona sureste, por su cercanía con la naturaleza, tipo de trabajo y estilo de vida.
Dijo que hay otros problemas relacionados con esta problemática que es la apnea del sueño, en donde se presentan patrones anormales de la respiración durante la etapa del sueño; también está la narcolepsia que es menos común y que en el caso de la población mexicana se ve afectada entre un 5 y un 10% por esta enfermedad.
Agregó que, otro síntoma de los trastornos del sueño es el síndrome de las piernas inquietas, que es ese impulso de movilizar las piernas durante la noche y que principalmente se presenta en pacientes diabéticos.
Dehesa, al referirse a la población en cuanto a si son niños, jóvenes o adultos mayores, quienes presentan más problemas con respecto a trastornos del sueño, son los adultos mayores, en donde aproximadamente un 40% de estos adultos mayores mexicanos presentan estos trastornos, siendo el más común en un 80% el insomnio que también está ligado a cambios propios del envejecimiento.
Indicó que en el caso de los niños, presentan alteraciones del sueño en un porcentaje menor, que va del 15 al 20% aproximadamente.
Con respecto a los jóvenes, las alteraciones del sueño durante la pandemia se elevaron de manera significativa con un 35%, siendo la alteración más común el insomnio, que es un fenómeno multifactorial, refirió la académica.
Explicó que también está el insomnio crónico, el cual antes de la pandemia sólo el 10% de los mexicanos lo padecían, y una de sus características principales es que se presentan problemas para dormir o conciliar el sueño tres veces a la semana, por más de 3 meses; ahora durante la pandemia, se elevó hasta en un 25%.
Acotó que estos problemas de los trastornos del sueño, están ligados a los hábitos de descanso que cada persona tiene y que durante la pandemia se hicieron más evidentes; con las personas que mantuvieron la cuarentena o tuvieron que ajustar sus rutinas, acostumbrarse a nuevas maneras para comunicarse; utilizar más el internet, presentar problemas de angustia por la información que se veía en las noticias y por el número de pacientes y muertos que se presentaron durante los inicios de la pandemia, lo que implicó que la gente no durmiera bien.
De igual forma, comentó que estos efectos y consecuencias de los trastornos del sueño se expresan con cambios de humor, incremento de niveles de glucosa en pacientes diabéticos, aumento de la presión arterial, presencia de obesidad, entre otros padecimientos.
Dehesa Isidoro subrayó que con respecto a la obesidad, el hecho de no dormir una hora, es decir, después de dormir en promedio 6 horas o se duerme menos de estas 6 horas, por cada hora menos de sueño, aumenta 0.18 el índice de masa corporal y también aumenta un 20% por hora de no dormir, el riesgo de problemas cardiovasculares, es decir, se eleva la presión arterial, se pueden presentar problemas coronarios, conocidos como infartos cardiacos hasta eventos vasculares cerebrales.
Afirmó, que desde el punto de vista médico, es importante que la persona duerma bien para mantener su sistema inmunitario, porque el no dormir adecuadamente de 7 a 8 horas, disminuye en hasta un 10 o 15% la actividad del sistema inmune para defenderse de bacterias y virus y que también impactó de manera importante cuando comenzó la pandemia.
En ese orden de ideas, comentó que en las diferentes etapas del sueño, se tienen dos principales que son el sueño Rem y el sueño no NRem, en este último, las personas tienen el sueño profundo y es cuando realmente se está descansando, la gente se repone y es ahí en donde se segregan sustancias benéficas para el cuerpo, es decir, se producen ciertas hormonas que ayudan al sistema inmune a repararse, lo cual no se llevó a cabo durante los picos altos de la pandemia.
Además de que se incrementaron trastornos de la conducta, depresión y ansiedad; por lo que dijo que lo recomendable es identificar cuál es la causa primordial por la que la persona presenta un trastorno del sueño y para ello, es importante acudir con los profesionales de la salud para recibir la atención especializada y fomentar la higiene del sueño.
Por último, expresó que la higiene del sueño tiene que ver con mantener un horario fijo para dormir, que el sueño sea profundo y que realmente sea reparador, dormir con ropa cómoda, y no irse a la cama con el celular o equipos móviles y evitar comer o trabajar en la cama y evitar bebidas que inhiban el sueño.
El "Día Mundial del Sueño", comenzó a celebrarse a partir del 2008, cuando la Asociación Mundial de Medicina del Sueño, ante el mundo agitado que vive la sociedad en el mundo, se comenzaron a notar muchos cambios en la consulta médica respecto al sueño y de ahí que se decidió dedicar un día específico a este tema.
Dijo que el "Día Mundial del Sueño", se festeja un viernes antes de llevarse a cabo el Equinoccio del mes de marzo que en esta ocasión se celebra este 18 de marzo y en cada año, se aborda un tema central para celebrar esta efeméride y para esta ocasión el lema es “Sueño de calidad, mente sana, mundo feliz”.