La Comunidad Universitaria se une a la familia Iglesias Rivero para despedir en el Nido al Águila Mayor.
En una emotiva ceremonia religiosa celebrada el día de hoy en UPAEP, se rindió homenaje a Don Mario Iglesias García Teruel, primer Rector de la Institución. La misa, presidida por el Padre Gabriel Meneses, reunió a familiares, amigos, y miembros de la Comunidad Universitaria para despedir a un hombre cuya vida y obra dejaron una huella imborrable en la educación y en la sociedad.
El Padre Gabriel Meneses, Capellan de la Universidad, en su homilía, destacó la visión y la vida ejemplar de Don Mario, subrayando que su legado va más allá de lo académico, siendo un precursor con una profunda fe y compromiso social. "En cada uno de nosotros encuentra un hermano que la quiere, que la acompañe y que reza por ella", expresó el sacerdote, refiriéndose a la Comunidad Universitaria como una familia unida por el espíritu y la misión de Don Mario.
El Padre Meneses enfatizó la providencia divina en la vida de Don Mario, señalando que su nacimiento y su llamado a la vida eterna no fueron casualidades, sino actos significativos de Dios. "Nuestro hermano Mario ha dado un nuevo nacimiento a la vida eterna", afirmó, invitando a los presentes a reflexionar sobre los signos de la Providencia en sus propias vidas.
Al finalizar la Celebración Eucarística, El Mtro. Carlos Castro, quien fuera Secretario de Rectoría durante la Gestión de Don Mario, compartió un significativo mensaje, destacando el carácter humano, la fortaleza y la fe del Mtro. Iglesias, rasgos que definieron su liderazgo y su enfoque educativo.
Carlos Castro describió a Don Mario como una persona cercana, cordial y profundamente comprometida con los demás. "Era una persona que sabía confiar, pero también exigir", recordó, mencionando cómo su trato humano y su capacidad de amar y ser amado dejaron una marca indeleble en quienes lo conocieron.
La fortaleza de Don Mario también fue un tema central en el mensaje del Mtro. Castro, quien recordó las adversidades que enfrentó y superó con resiliencia y determinación. "Tenía una resiliencia enorme y una capacidad de enfrentar circunstancias adversas con gran personalidad", señaló, destacando su capacidad de establecer vínculos y defender la institución frente a críticas y desafíos.
Finalmente, el Mtro. Castro habló sobre la profunda fe de Mario Iglesias, su confianza en Dios y en la Virgen de Guadalupe. Recordó cómo bajo su rectorado se llevó a cabo la consagración oficial de UPAEP a la Virgen de Guadalupe, simbolizando su devoción y esperanza en la Providencia divina. "El modelo de hombre es Cristo", afirmó Castro, reflejando la visión trascendente que guiaba a Don Mario en todas sus acciones.
La misa concluyó con un sentimiento de gratitud y compromiso entre los asistentes, quienes se despidieron de Don Mario Iglesias García Teruel, recordándolo como un líder ejemplar, un hombre de fe y un amigo cercano. Su legado continuará inspirando a futuras generaciones en UPAEP y más allá, marcando un camino de servicio, amor y dedicación al bien común.
