^{Tras las restricciones por la pandemia, la comunidad universitaria retoma la tradicional peregrinación a la Basílica de Guadalupe.}

Bajo un ambiente de júbilo y entrega, la comunidad universitaria de la UPAEP regresó de manera presencial a la casa de la Morenita del Tepeyac. Este retorno al venerado sitio de la Aparición Mariana, hizo patente la devoción de la Institución.

El peregrinar dio inicio el domingo 24 de octubre con la misa de envío en la Capilla Universitaria. Estudiantes, profesores, administrativos y miembros de la Red Directiva recorrieron a pie más de 35 kilómetros, en aproximadamente 10 horas.

La caminata dio inicio en San Rafael Ixtapalucan y tuvo como punto final el campamento ubicado en Llano Grande, lugar en el que los peregrinos descansaron. A la mañana siguiente retomaron el camino en autobuses para trasladarse a la Glorieta de Peralvillo, lugar de donde iniciaría el último tramo para llegar a la casa de la Morenita.

Entre cánticos y porras, los peregrinos caminaron los cerca de tres kilómetros y medio faltantes para alcanzar el recinto en el que se encuentra la Guadalupana, la Reina de los mexicanos.

Durante la homilía, el Padre José Gabriel Meneses Arce, Capellán de la Universidad, destacó que después de meses de aflicción, finalmente la comunidad UPAEP se puede encontrar con la Madre del Cielo en su casa, la Basílica de Guadalupe.

“Los cristianos estamos llamados a mirarla incluso en los momentos más adversos con esperanza; muchas crisis ha pasado nuestra humanidad y de muchas de ellas, nuestra sociedad ha salido adelante gracias a la labor de muchos cristianos, ya que Cristo por medio de su fuerza actúa a través de su Iglesia”, describió.

Invitó a los asistentes a asumir su misión y compartir con los demás cada uno de los dones que Dios les ha otorgado. “Nuestra Universidad también es tierra de misión y nosotros somos misioneros de esperanza enviados por nuestra Madre, que quiere acercar a Jesucristo a todos sus hijos”.

Es importante destacar que en un inicio, la peregrinación surgió en 1979 a partir de la iniciativa de estudiantes de distintas áreas, además, la ruta ha cambiado un poco, en un inicio se caminaban 120 kilómetros a lo largo de tres días, mientras que ahora se hace el trayecto de más de 30 kilómetros.

Cabe destacar que la XLIII Peregrinación a la Basílica de Guadalupe se vivió bajo estrictos protocolos de bioseguridad.