Ana María Ortiz de Montellano Nolasco entre la biología y la psicología
14/06/2021
Autor: Fernanda Bretón
Foto: Misraim Álvarez Bolaños

La constante preparación es una de las características que Ana María considera sumamente importante en el ejercicio docente.

Con una larga carrera profesional en el área de la Agronomía Zootecnista, Ana María Ortiz Montellano Nolasco decide ampliar sus conocimientos al área de la psicología. Estudiando en UPAEP abierta logró el medio de conjuntar los conocimientos de ambas profesiones; hoy forma parte del cuerpo académico de UPAEP Abierta en donde sigue formando líderes transformadores.

¿Cómo llega al mundo académico, y cómo se da la vocación docente?

En el caso personal mi familia siempre ha estado inmiscuida en el medio académico, mis papás fueron médicos; mi padre hacía investigación en un tiempo en el que el médico era práctico, pero estaba obligado a dar clases y hacer investigación; prácticamente yo crecí en ese medio.

La vocación docente la tenemos la mayoría de las hermanas mayores, tenía 4 hermanos quienes se convirtieron en mis primeros alumnos; ahí empezó a gustarme la docencia y la enseñanza y prácticamente desde la preparatoria busqué la oportunidad de estar en programas de alfabetización o apoyando a mis compañeros en círculos de estudio.

Ahora, ya jubilada sigo en la docencia, innovando y pensando en proyectos para no despegarme de esta actividad, de poder transmitir experiencia a las nuevas generaciones.

¿Cómo fue el primer encuentro ante un grupo de estudiantes?

La primera vez que di de manera formal clases fue en una preparatoria muy. Problemática y conflictiva en donde los maestros eran completamente voluntarios y muchas veces los estudios de los muchachos no eran reconocidos, era muy chica y me moría de miedo por dos cosas. Primero un medio social tan politizado y violento y el otro el tener realmente la capacidad de dominar o controlar al grupo y poder transmitir lo que yo quería.

Estos grupos estaban formados para cuestionar a los maestros, pero afortunadamente lo que logré fue conectarnos generacionalmente y el intercambio fue muy agradable; eso me dio mucha seguridad para seguir afrontando nuevos retos y aventuras.

¿Cómo es que usted llega a ser parte del claustro académico de la institución?

Yo llegué a Puebla aproximadamente hace 12 años, previamente yo viví en Campeche, llego con la inquietud de continuar mi preparación profesional, yo tengo formación en el área de biológicas, soy Agrónomo zootecnista, tenía mucho trabajo de campo, pero a la edad ya es muy difícil manejarse en los ranchos, vas perdiendo fuerza y habilidades y en los últimos años me dediqué fundamentalmente a estudiar y profundizar en la conducta animal. Ya llegando a Puebla mi idea era darle un giro a mi actividad y poder enfocarme más en algo que siempre me había inquietado como lo era la conducta humana.

Di un giro de 180 grados y me planteé estudiar psicología, vi las opciones y la de UPAEP abierta era muy atractiva para mí, ya que tenía la tranquilidad que ya tenía la maestría en educación ambiental y el doctorado; ya no tenía problemas en entender las bases biológicas o la experiencia en investigación. El tener un esquema de educación abierta venía a complementar lo que quería, terminé encantada con la institución.

Muy pronto me invitaron a dar una materia, después varias y ya tengo muchos años como docente en la universidad, yo fascinada, porque es totalmente congruente con los valores y principios que me inculcaron desde el preescolar.

¿Cómo ha sido el combinar estas dos áreas de conocimiento?

Ha sido muy interesante, porque siempre me preguntaba qué pasa dentro del cuerpo, el poder combinar mi formación en biológicas con lo que aprendí en psicología me permitió entrar a un área que me ha fascinado que es la neuropsicología, el estudio más profundo del sistema nervioso y su reflejo en el comportamiento humano.

Terminando la licenciatura hice la especialidad en neuropsicología clínica y es ahí en donde logré conjuntar ambas cosas, las dos áreas y pasiones de mi vida. En la actualidad el poder trabajar mejorando procesos cognitivos en los niños o preservando las habilidades cognitivas en los adultos mayores, me fascina porque lo veo desde el punto de vista fisiológico del cerebro, pero también lo veo desde la perspectiva conductual o emocional.

Durante sus años como docente, ¿cuáles han sido los aprendizajes que le han dejado los estudiantes?

En el área de biológicas cuando trabajaba en ranchos o con los productores, muchos de los estudiantes venían del sector rural y lo que aprendí definitivamente fue a poner por delante el pensamiento, las expectativas, los sentimientos de los productores que yo atendía por encima de la ciencia y de la técnica; es decir lo que ellos me mostraron en la realidad y en la práctica fue la forma de establecer el contacto humano no el técnico, la humanización de mi práctica profesional fue lo que aprendí de mis alumnos.

En el área de psicología lo que más he aprendido es lo que en el campo profesional se denomina área de desarrollo próximo. He comprobado y aprendido a través de mis alumnos que siempre sin importar las condiciones hay mucho por mejorar, que la tarea de aprendizaje no termina y que no importa la condición de un paciente, siempre habrá un horizonte de mejora.

¿Cuál cree que es el diferenciador que identifica a los profesores UPAEP?

Lo que yo veo con base a mi experiencia es sin duda la formación humana, el que de entrada el maestro da prioridad a la interacción humana por encima de la técnica; el conocer y reconocer al ser humano. Esto lo digo con conocimiento de causa porque justamente me jubilo de un sistema de educación tecnológica en donde se privilegia el desarrollo tecnológico y la formación científica.

Lo que definitivamente marca la diferencia es este sentido humanista del profesor UPAEP.

¿Cómo considera que a través de su enseñanza contribuye a la misión institucional?

Me tocan áreas que pareciera difícil imprimir ese sello, por ejemplo, las estadísticas, la probabilidad. Uno pensaría que enseñando cómo se saca una media o una desviación o construcción de gráficas no enseñas humanidad y están completamente equivocados, porque desde cómo te sientas a un lado del alumno y no enfrente de él a explicarle cómo entender un número, cómo lo abrazas a que si no lo entiende lo vaya comprendiendo paso a paso. Luego me toca materias en las que es más fácil como lo es neuropsicología porque ahí obligadamente tienes que llevar al alumno a que entienda que la persona no es un cliente, no es un paciente, sino es un moviente que siente que es diferente a todos los demás y como tal debemos tratarlo y debemos acercar la ayuda de una manera completamente personalizada.

En la capacidad que yo tenga en que vean del otro lado al ser humano podríamos medir el éxito o fracaso de mi intento pedagógico.

¿Para usted qué ha representado formar estudiantes UPAEP?

Lo que me encanta de los alumnos de UPAEP es que son estudiantes hechos y derechos, me ha tocado dar en secundaria, prepa, superior, presencial, tecnológica, etc., pero en UPAEP abierta estás hablando de personas que ya tienen una vida, que tienen una familia, y en la mayoría de los casos están estudiando porque quieren mejorar sus condiciones laborales o aprender una nueva disciplina; es un público privilegiado.

Otros datos

Le encantan los animales y hoy uno de sus hobbies es la observación de aves, ir al bosque o campo y darse cuenta de esto seres que cruzan la vida de las personas y muchas veces no los perciben.

En su casa tocaban la guitarra desde que eran chicos y actualmente se encuentra estudiando guitarra flamenca, y lo considera uno de sus grandes placeres.

La lectura también es parte de sus gustos, en ella recorre distintos géneros literarios sobre todo ahora en tiempos de pandemia.