Las puertas a la docencia se le abrieron en UPAEP como parte de una actividad de servicio social como profesor solidario en el Centro de Idiomas, posteriormente tuvo la oportunidad de sumarse a la Facultad de Contaduría y Finanzas donde suma ya 34 años de trayectoria.
El Mtro. Mauricio Lara Guerrero, profesor de tiempo completo de la Facultad de Contaduría y Finanzas, reconocido por la comunidad estudiantil por su desempeño en el aula nos platica cómo qué le hizo dedicarse a la docencia donde suma ya 34 años y permanecer en UPAEP por tanto tiempo.
¿Cómo llega a la docencia?
Soy egresado de la Facultad de Contaduría de la UPAEP y empecé dando clases de inglés como un ejercicio de servicio social, así llegué a la docencia y fue gracias al Mtro. Mateo Razo que confió en mí y me dio la oportunidad de descubrir esta profesión.
Una vez que egresé de la Facultad, surgió el gusto por dar clases ahora de contabilidad, directamente de mi área contable; visité al director del área en ese entonces y le presenté mi inquietud, accedió a integrarme y así fue como me integré al área como profesor hora-clase, así compaginaba mi trabajo de contador con la actividad docente.
¿Cuántos años lleva en UPAEP y qué es lo que más disfruta?
Llevo 34 años a la actividad docente. Una vez que yo me integré de hora-clase, supe que era algo que me gustaba mucho, me parecía interesante y me llenaba mucho el hecho de convivir con los alumnos y de tener ese espacio.
Al inicio, cuando empezaba a dar clases, la diferencia de edad con mis alumnos realmente era nula, 4 o 5 años, sin embargo, yo ya estaba participando en su proceso de formación y esto me hizo tener muy buenos amigos como alumnos que hoy en día perdura esa amistad y me hizo enamorarme de la labor académica. Poco tiempo después, se dio la oportunidad de ocupar una plaza de medio tiempo en la Escuela de Administración de Empresas también en la UPAEP y eso me permitió incursionar en mi profesión, por la mañana estaba dedicado a la docencia y en la tarde al despacho contable; posteriormente, ocupé la dirección de la Facultad de Contabilidad.
Esto último, me hizo entrar a una nueva faceta en mi vida de la actividad profesional académica: la gestión académica. Sin embargo, nunca dejé de dar clases, porque es algo que me gusta mucho. Así fue como poco a poco me fui involucrando a la vida universitaria hasta ocupar un puesto de docente de tiempo completo.
Hoy por hoy, además de ser profesor de tiempo completo trabajo dando consultorías en los espacios libres y es algo que también disfruto mucho. Además, es algo que alimenta mi conocimiento sobre la disciplina contable y de gestión que me permite ser mejor docente ya que continué preparándome a través de dos maestrías: una en el área disciplinar y una en el área educativa.
¿Qué aprendizaje ha obtenido de su trayectoria como docente?
Todos estos años en UPAEP nos han hecho ser pioneros en muchos de los procesos, es decir, cuando llegamos al proceso de la departamentalización de la universidad, fueron aprendizajes que tuvimos que afrontar. Cuando yo me vi al frente de una dirección de un departamento, son grandes retos, pero tuve la oportunidad y fortuna de tener y contar con grandes jefes en la universidad. Ese conocimiento y ese aprendizaje de las personas, fue el que me ayudó a nutrirme a lo largo de todos estos años para llevar a cabo esta función.
Muchísimas vivencias, muchos y muy buenos amigos que hasta la fecha siguen siéndolo; y es muy interesante porque la realidad es que es una práctica profesional que te exige y te permite mantenerte vigente y el hecho de estar con los alumnos, nos alimentamos de su juventud.
¿Si tuviera la oportunidad de elegir otra profesión, lo haría o volvería a hacer lo que hace actualmente?
Por su puesto que lo volvería a hacer, ni si quiera lo dudo. La Contaduría me hizo tener la oportunidad de llegar a la actividad docente y estoy agradecido con las dos profesiones, tanto como con la profesión de contador como la profesión de docencia. Sin una, no hubiera podido alimentar a la otra, es decir, sin ser contador, yo no habría podido llegar a la actividad de docente. Pero no, yo no cambiaría ninguna de las dos actividades profesionales, me han dado muchas satisfacciones y sobretodo me han hecho y ayudado a ser lo que soy hoy; las experiencias buenas y las experiencias malas, te construyen y son la escencia de la persona que tu eres ahora en la actualidad.
¿Qué satisfacción le deja este reconocimiento, sobretodo en tiempos de pandemia?
No había tenido este reconocimiento, es la primera vez en todos los años que llevo de tiempo completo y el haber sido reconocido en este periodo académico genera dos sentimientos: satisfacción enorme y un mayor compromiso con los estudiantes. Cuando tú eres reconocido, te comprometes a seguir siendo y entregando lo mejor de ti, siendo una persona afable, amable y cálida con los alumnos; pero a la vez el compromiso es doble, porque tienes que trabajar con los alumnos de cerca, darle las herramientas para que se les facilite el estudio y obtener así un buen resultado en la asignatura.
El hecho de que los alumnos te reconozcan el esfuerzo te compromete mucho más, me deja muy satisfecho y me compromete a seguir siendo un buen profesor y formador de la Universidad.
¿Qué consejo o recomendaciones daría a los profesores para su desempeño en el aula?
Que se comprometan con la profesión, es decir, les debe gustar, les debe apasionar y les debe llenar la actividad docente. No es una actividad en la cual estar porque no hay otra cosa que hacer. Si alguien ve la actividad de docencia como una actividad de segunda, lo invito a recapacitar y a definir que esto no es un pasatiempo, es un compromiso de tiempo completo, así des una hora de clase o des 20 horas de clase, todas y cada una de ellas, merecen y requieren su mayor esfuerzo y compromiso.
Que sean congruentes. Hay que enseñar con la congruencia, y si tú eres justo, estás viviendo en tu espacio formativo de la justicia, pero no puedes ser injusto y pretender que enseñas la justicia. Tienes que ser congruente, tienes que enseñar con el ejemplo. No puedes exigir lo que tú no das; no puedes exigir puntualidad a tus alumnos si no eres puntual; no puedes exigir cumplimiento si tú no cumples; no puedes exigir compromiso si no lo tienes.
Lo primero es ser congruente, porque además los alumnos lo reconocen, saben cuando eres congruente y saben cuando no tienen herramientas para discutirle algo, porque fuiste muy claro desde el principio. Este es otro elemento que también les recomiendo: ser claro y congruente en lo que piden. Claro en las instrucciones y ser muy pacientes con los alumnos. Entendemos que no todos aprendemos al mismo ritmo y eso implica mucha paciencia, implica el repetir varias ocasiones lo mismo porque si no quedó claro, puede ser que ese alumno que se está atreviendo a decir que no quedó claro, puede ser el vocero de otros alumnos que también tienen esa duda y no se atreven a preguntar.
Todos los trabajos, todas las actividades dentro y fuera de la universidad requieren que las amemos, es decir, que amemos lo que hacemos. Si uno se va a dedicar a la docencia, hay que amar la docencia.
¿Qué lo hizo quedarse en UPAEP?
Sin temor a equivocarme, la universidad UPAEP tiene muchos de los elementos que uno busca en un lugar de trabajo. Tiene ese compañerismo, áreas de oportunidad de crecimiento, satisfacciones que te da el reconocimiento que te hace la universidad de tu labor, ambiente de compañerismo y camaradería, pero, ante todo, un ambiente de respeto.
Generalmente, te quedas en el lugar donde sabes que puedes crecer y yo por eso me quedé en UPAEP, sabía que era un lugar donde podía crecer, podía desarrollarme, donde podía realizarme como profesionista y la universidad a cambio de eso me ha dado todo a lo largo de estos años, esos ambientes de confianza, de congruencia y me ha dado la oportunidad de conocer a grandes amigos.