UPAEP explora la convergencia entre inteligencia artificial y ética a través de un innovador marco teórico que busca optimizar el bien común mediante la formalización matemática de patrones morales.
La intersección entre la inteligencia artificial y el bien común emerge como un campo crucial de investigación en la UPAEP, donde académicos destacados están desarrollando marcos teóricos innovadores para abordar los desafíos éticos de las nuevas tecnologías. El pasado 27 de marzo, expertos universitarios presentaron perspectivas pioneras sobre cómo la IA puede ser orientada hacia la optimización del bien común, combinando principios éticos tradicionales con metodologías matemáticas avanzadas.
Ética Anticipatoria en la IA
El Dr. Matías Nebel, Director del Instituto Promotor del Bien Común, presentó una innovadora perspectiva sobre la formación de hábitos morales en el contexto de la inteligencia artificial. Su conferencia, realizada el 27 de marzo en el edificio de Posgrados, propuso un cambio paradigmático: pasar de un modelo reactivo a uno anticipatorio en la ética de la IA.
Nebel desarrolló dos argumentos centrales. Primero, la necesidad de implementar una ética anticipatoria (ex-ante) en lugar del tradicional modelo correctivo (ex-post). Segundo, la conceptualización de los hábitos morales como algoritmos naturales que guían el comportamiento humano.
El académico profundizó en cómo los patrones morales emergen de la experiencia cotidiana en diversos ámbitos sociales, desde el núcleo familiar hasta las estructuras legales. Para fundamentar su propuesta, recurrió al concepto aristotélico de mésotès (justo medio), estableciendo un puente entre la filosofía clásica y los desafíos contemporáneos de la IA.
Optimización Matemática del Bien Común
Por su parte, el Dr. Jorge Medina Delgadillo, Vicerrector de Investigación, presentó un marco teórico innovador para la optimización del bien común mediante la IA. Su propuesta se sustenta en cinco pilares fundamentales: agencia (A), gobernanza (G), humanidad (H), justicia (J) y temporalidad (T).
Medina enfatizó que el bien común trasciende la mera generación de beneficios, requiriendo una distribución equitativa y sostenible. Su modelo considera tanto las necesidades presentes como la responsabilidad hacia las generaciones futuras, introduciendo así una dimensión temporal crucial en la ecuación del bien común.
El concepto de bien común fue analizado desde su carácter meliorativo, destacando cómo la dimensión colectiva potencia el valor inherente de los bienes individuales. Esta perspectiva, enraizada en la tradición dionisíaca, subraya la importancia de la sinergia entre los diversos elementos del bien común.
La conferencia concluyó con una propuesta matemática concreta: una ecuación que integra los cinco elementos fundamentales para optimizar la generación y distribución de bienes comunes en la sociedad. Este modelo representa un avance significativo en la formalización de conceptos éticos para su implementación en sistemas de IA.