Erasmo de Rotterdam Revoluciona la Educación Real: 'Formación del Príncipe Cristiano', Ofrece Sabiduría Condensada en Aforismos para una Lectura Ligera y Enriquecedora
En el Seminario Poblano de Filosofía Moderna, el destacado Dr. Luis Ignacio Arbesú, profesor investigador y Coordinador Académico de la Maestría en Liderazgo Social Cristiano en la Upaep, brilló con su conferencia magistral, 'La Formación del Príncipe Cristiano en Erasmo de Rotterdam'. Su experiencia enriqueció la discusión, aportando valiosas perspectivas sobre la obra de Erasmo y su relevancia para la formación de líderes cristianos
Erasmo de Rotterdam escribió 'La Educación del Príncipe Cristiano' por encargo de Jean Le Sauvage, Canciller de Bramante y preceptor del príncipe Carlos (futuro emperador Carlos V y rey de España). Publicado en Basilea en 1516, el libro tiene como objetivo educar al joven príncipe en asuntos públicos y privados. La plática contemporánea sobre filosofía moderna se centró en esta obra, donde Erasmo destaca que los gobernantes deben ser hábiles en asuntos estatales y éticos.
La obra denuncia la corrupción arraigada en leyes, costumbres, nobles, gobernantes, obispos y clérigos, instando al príncipe a intervenir para poner freno a esta decadencia. Su objetivo primordial es la búsqueda de la paz, destacando que esta solo puede lograrse internamente mediante la justicia y la equidad social, y externamente a través de una perspectiva evangélica que privilegie la compasión hacia los más débiles y los valores cristianos por encima de las riquezas y el poder.
En la discusión contemporánea de filosofía moderna, se profundizó en este texto que fusiona la vocación pedagógica de Erasmo con su firme voluntad pacifista, valores evidentes también en otras de sus obras, como el Panegírico a Felipe el Hermoso (1504) y El lamento de la paz (1519).
El libro, compuesto por 11 capítulos, fue objeto de especial atención en el Seminario, con énfasis en el capítulo 1, 'Nacimiento y Educación del Príncipe'. Dos ideas fundamentales resaltaron: la primacía del Bien Común en la administración y la responsabilidad del príncipe de prevenir que su sucesor adopte comportamientos perjudiciales.
La corrupción, según Erasmo, nace de una crianza perversa. La clave para la formación del príncipe es inculcarle un profundo conocimiento de Cristo y sus enseñanzas, exigiendo a sus súbditos conocer y cumplir las leyes. Erasmo aconseja aplicar los atributos de Dios en la gestión del poder, evitando la tiranía y preservando la libertad ciudadana. Las semillas de virtud y liderazgo deben ser sembradas desde sus primeros días, cultivando estas cualidades de manera voluntaria.
En conclusión, la filosofía de Erasmo destaca la necesidad de un liderazgo equilibrado, fundamentado en valores cristianos, para garantizar un gobierno justo y virtuoso en pro del bienestar colectivo y la preservación de la paz. En un contexto contemporáneo, estos principios podrían inspirar prácticas de liderazgo en diversas esferas, incluida la presidencia de México. La importancia de la integridad, el equilibrio entre habilidades técnicas y ética, así como el enfoque en el Bien Común, son principios atemporales que podrían proporcionar una base sólida para el liderazgo en la actualidad.