El uso de probióticos en perros y gatos equilibra la competencia entre bacterias benéficas y nocivas dentro del intestino; ayudando a combatir problemas como la ansiedad y el estrés.
Tuvo lugar en UPAEP la conferencia “Probióticos en medicina veterinaria” a cargo del Dr. Ricardo Cotzal de la Rosa, representante veterinario de Pro Plan, donde se habló sobre la forma en que los probióticos actúan dentro del intestino de las mascotas.
Comenzó la ponencia con el tema de los avances biotecnológicos en probióticos, explicó la investigación de la empresa Nestlé sobre la secuencia genómica, y la aplicación e impactos en la medicina veterinaria, principalmente en perros y gatos. “Un probiótico, es una bacteria benéfica, un microorganismo que forma parte de la microbiota y microbioma intestinal que aporta un beneficio”, señaló.
Ahondó en los conceptos de microbiota y microbioma, los cuales son los constituyentes principales albergados dentro del colón de los animales, en donde van a actuar los probióticos. El término microbiota refiere a aquel conjunto de microorganismos que se encuentra dentro del intestino, mientras que microbioma es el conjunto en su totalidad de estos microorganismos, apuntó.
Ricardo Cotzal también destacó que el microbioma intestinal ayuda al balance de energía, interviene en la salud del intestino y en el desarrollo de lo neuroconductual. Comentó que cuando éste se encuentra en condiciones saludables, el organismo llega a captar de mejor forma los nutrientes provenientes de los alimentos consumidos.
Explicó el uso de bacterias beneficiosas, es decir probióticos, y su contribución a reducir los niveles de estrés y ansiedad en perros y gatos, debido a que mejoran la absorción y el metabolismo del triptófano, fomentando una mayor producción de serotonina saludable.
Ilustró el ambiente dentro del intestino, donde las bacterias están en constante competencia. De un lado, las bacterias beneficiosas incluyen los lactobacilos y enterococos, mientras que por otro lado las bacterias nocivas como estafilococos y salmonela. Se debe remarcar que siempre se busca el equilibrio entre estas, ya que un desequilibrio, o "disbiosis", que puede ser ocasionado por factores como viajes o cambios en el plan de comida, provoca afecciones o enfermedades en el cuerpo del animal.
Argumentó que se espera que los probióticos lleguen al lugar correcto, en este caso, al colón, aportando a la colonización de bacterias y creando una especie de barrera que evita que bacterias nocivas se adhieran a las paredes del intestino. Agregó que los probióticos se alimentan de sustratos, normalmente fibra, lo que segrega ácidos grasos simples que sirven de alimento a las células del intestino, o también llamadas enterocitos.
Para notar los beneficios del uso de probióticos en nuestras mascotas, estableció un tiempo de 15 días. Asimismo, subrayó que existen diferentes cepas para diferentes fines, y que se debe de buscar el probiótico adecuado según sea la afección o problema.
Compartió ejemplos de algunos de los probióticos que se pueden encontrar, como es el caso del Bacilus Coagulans, el cual es capaz de resistir a altas temperaturas y cambios en el medio ambiente, reduciendo los gastos operarios de temas de logística que otros probióticos pueden llegar a generar, como el Enterococus Faecium que ocupa de un sistema de refrigeración para ser eficaz.
Con base a los estudios que se han estado realizando, se ha demostrado que hay cierta interacción o cierto beneficio en el uso de probióticos hablando en casos de, por ejemplo, diabetes, también en casos de alergia y en problemas cardiovasculares. Yo creo que realmente ese es el futuro de los probióticos”, opinó.
Por último, recomendó que, en caso de ser necesario, busquemos probióticos en su forma activa, ya que esto favorece una mejor respuesta del organismo y otorga mejores resultados.