A los pies de la Virgen de Guadalupe, en su Santuario, durante la celebración de la tradicional y solemne Misa de las Rosas, la Facultad de Humanidades la confirmó como su Patrona.
La Facultad de Humanidades confirmó a la Virgen de Guadalupe como su Patrona durante la tradicional Misa de las Rosas celebrada en la Basílica de Guadalupe, presidida por Mons. Roberto Domínguez Couttolenc, Arzobispo de Tulancingo.
La ceremonia fue organizada por el Centro de Estudios Guadalupanos. Participaron el Dr. David Sánchez Sánchez, director de la Facultad; el Lic. Daniel González Martín del Campo, catedrático UPAEP; la Lic. Lilibel Rodríguez Luna y el Arq. J. Antonio E. Bravo Méndez, investigadores del centro, junto con alumnos de licenciatura, maestría en Estudios Históricos y estudiantes de intercambio. Después de la misa, recorrieron la ruta de San Juan Diego y el Museo de la Basílica.
Como institución con identidad católica, UPAEP sostiene el compromiso con la verdad y la fe. Santa María de Guadalupe representa esta guía y ejemplo para alcanzar la salvación. La celebración coincidió con tres conmemoraciones importantes: el 129º aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen, el 48º aniversario del Traslado de su Sagrada Imagen y el 48º aniversario de la Consagración de la Nueva Basílica.
En la homilía, Mons. Domínguez Couttolenc indicó: “...como pastor de esta Iglesia, elevo mi oración por cada uno de ustedes que desean mostrar su compromiso cristiano. Deseo orar por esta Iglesia que peregrina en México, por los hombres y mujeres, por los matrimonios que están pasando necesidades difíciles, por nuestros adultos mayores que son testimonio de fe para su familia, por las religiosas y religiosos que día con día entregan su vida con amor y caridad […] a nuestra Madre que nos escucha para que interceda ante Dios por el bien de nosotros que somos sus hijos”. Concluyó haciendo alusión a los motivos por los cuales celebramos esta solemne misa, mencionó los anteriores y, además, que en 1531 Juan Diego Cuauhtlatoatzin, frente a fray Juan de Zumárraga, extendió el ayate y dejó caer rosas como de castilla (lo que dio el nombre a la celebración), y milagrosamente, se dio la estampación de la sagrada imagen de Nuestra Señora.
El acontecimiento guadalupano integra historia, arte, letras y filosofía. La Facultad de Humanidades reafirma así su misión de formar personas íntegras y comprometidas con la sociedad y el bien común.
En medio de las adversidades actuales, Cristo y María Santísima continúan siendo refugio y consuelo para quienes buscan esperanza y fe.