Mejorar la comunidad y dejar grandes huellas, cometido del médico interno de pregrado UPAEP
14/06/2022
Autor: Fernanda Bretón
Foto: Fernanda Bretón

153 médicos internos de pregrado dictan juramento hipocrático, con lo que se comprometen a dar su mayor esfuerzo en pro de sus pacientes.

Consagrar la vida al servicio de la humanidad, dar a maestros respeto y gratitud, practicar la profesión con conciencia y dignidad, considerar la salud de los pacientes como la preocupación primordial, respetar los secretos confiados aún después de la muerte del paciente, son parte de las promesas que los hoy 153 nuevos médicos internos de pregrado UPAEP han adquirido a través del juramento médico.

El Dr. Mariano Sánchez Cuevas, Vicerrector Académico de la UPAEP, señaló que, al llegar a este cierre en su etapa formativa, tendrán la oportunidad de poner a prueba sus habilidades y capacidades, además de potenciar esos talentos que se les han sido dados como un don y un regalo.

Agregó que, desde la perspectiva de la Universidad, esta será la oportunidad de que, a través de cada uno de los jóvenes médicos, se dé testimonio de los valores que definen a esta Institución como una Universidad transformadora, además de dar fe de los rasgos característicos del modelo de liderazgo transformador.

“Que el momento de tu internado sea realmente una experiencia significativa, que te transforme primero a ti para que luego puedas transformar esa realidad de cada uno de tus pacientes”, indicó el académico.

La Dra. Nuvia Adriana Monter Valera, Directora del programa Académico de Medicina, indicó que los jóvenes que hoy egresan como médicos Internos de pregrado no solo poseen los conocimientos suficientes, sino que también tienen una amplia actitud de servicio que los llevará a romper todas las fronteras que se les presenten en la búsqueda del bien común.

“Les deseo que la historia que hoy comienzan a escribir, es historia que empezó hace cuatro años cuando pisaron por primera vez la universidad, esté llena de éxitos, de muchos pacientes atendidos, de muchos diagnósticos, tratamientos y por lo tanto de caras felices, de sonrisas, de familias felices”, expresó.

Por su parte, María Isabel Pérez Martínez, a nombre de sus compañeros dijo: “Águilas abran sus alas y vuelen alto, porque esto solo es el comienzo, durante el camino no olviden divertirse, absorber conocimiento, así mismo compartirlo y sobre todo servir y mejorar nuestra comunidad; dejen grandes huellas”.