TUHISTORIA: Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu
22/09/2023
Autor: Dr. David Sánchez Sánchez
Foto: Director de la Facultad de Humanidades UPAEP

Hoy en TUHISTORIA UPAEP, nos centramos en el proceso de Independencia del Virreinato de la Nueva España. En las alocuciones presidenciales del 15 de septiembre en los Estados Unidos Mexicanos se omite de forma consciente al auténtico Padre de la Independencia, Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu. En el Diccionario de Historia Cultural de la Iglesia de América Latina (https://dhial.org/), del Consejo Pontificio de Cultura junto a la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla podemos acercarnos más a este agente consumador de una nueva y preciada realidad.

En la “Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales”, se establece en su ARTÍCULO 18.- En los edificios y lugares a que se refiere el primer párrafo del artículo 15 de esta Ley (edificios sede de las Autoridades, representaciones diplomáticas, instituciones educativas y médicas, capitanías y aeropuertos, plazas públicas…), la Bandera Nacional deberá izarse, en diversos días anuales donde se incluye el 27 de septiembre, Aniversario de la Consumación de la Independencia, en 1821.

La Junta de Zitácuaro, con la importantísima labor de Ignacio López Rayón, mantuvo el ánimo de que permanecieran «...ilesos los derechos del muy amado Señor Don Fernando VII», dentro de una Guerra Civil que continuaba dividendo fuerzas e identidades. La Constitución Política de la Monarquía Española promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812, no fue suficiente para frenar un proceso ya en curso pese a sus destacados artículos de:

[…]CAPÍTULO PRIMERO. De la Nación española. Art. 1º. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios […]

[…]CAPÍTULO II. De los españoles. Art. 5º. Son españoles: Primero. Todos los hombres libres nacidos y avecindados en los dominios de las Españas, y los hijos de éstos […]

Los Elementos Constitucionales de López Rayón del 4 de septiembre de 1812 continuaron confiando en la soberanía de Fernando VII frente a la invasión napoleónica:

5° La soberanía dimana inmediatamente del pueblo, reside en la persona del señor don Fernando VII y su ejercicio en el Supremo Congreso Nacional Americano.

Tras el Acta Solemne de la Declaración de la Independencia de la América Septentrional (6 de noviembre de 1813, la restitución de Fernando VII en el trono español con un marcado pulso absolutista y la Constitución de Apatzingán (22 de octubre de 1814), todo parecía poder solucionarse con una expresión que nos puede resultar familiar y cercana pero que ya aparece en las cartas de 1814 y 1815 enviadas a María Inés de Jáuregui y Aróstegui, esposa del ex virrey José de Iturrigaray y al propio Iturrigaray:

[…] pero como quieren, los que ahora lo mandan, que esto se componga a balazos y no con abrazos, como debe ser […]

[…] No se quieren persuadir de que esta guerra debe terminar con abrazos y no con balazos […]

El fusilamiento de José María Morelos y Pavón el 22 de diciembre de 1815 en San Cristóbal Ecatepec, agudizó una crisis en la Nueva España y en la propia Península Ibérica. Tras 1820, Vicente Ramón Guerrero Saldaña y Agustín de Iturbide, fueron los dos agentes, insurgente y realista, que pondrían fin a una marcada división. Aunque nunca se produjo el Abrazo de Acatempan, sí circularon entre ellos comunicaciones con la marcada intención de convencer al otro de lo legítimo de su acción y poner cierre a años de guerra fratricida.

Llegados al Plan de Independencia de la América Septentrional (Plan de Iguala) del 24 de febrero de 1821, con la firme propuesta y redacción del propio Agustín de Iturbide, se dio inicio a la fase de Trigarancia donde ambos unirían sus fuerzas por el inicio de una nueva y preciada realidad. Las mismas Tres Garantías del movimiento darían origen a una nueva Bandera (Trigarante): Blanco -religión católica-, Verde -Independencia-, y Rojo -Unión de todos-.

Dejando atrás la Batalla de Azcapotzalco llegaron los Tratados de Córdoba donde:

Art. 1º Está América se reconocerá por nación soberana e independiente, y se llamará en lo sucesivo Imperio Mexicano.

El 27 de septiembre de 1821 (día de su cumpleaños), entró triunfante Agustín de Iturbide en Ciudad de México por la actual Avenida Francisco Ignacio y Madero en dirección a la Plaza de la Constitución (Zócalo), siendo esta la auténtica fecha de la Independencia del Virreinato de la Nueva España y del nuevo Imperio Mexicano. El Padre de la Patria, Agustín de Iturbide expresó:

[…] Ya sabéis el modo de ser libres, a vosotros toca señalar el de ser felices […]

Este mandato está hoy más vivo que nunca, pues conocer nuestra auténtica identidad e Historia es afirmar la LIBERTAD, y la LIBERTAD es un don y una conquista permanente que indudablemente nos lleva, a través de la verdad, a la felicidad.

Sigamos la lucha. ¡Viva la Independencia! ¡Viva México!