Don Mario: el visionario que nos enseñó a volar alto
21/05/2025
Autor: Fernanda Bretón
Foto: Archivo

La comunidad universitaria conmemora el primer aniversario luctuoso de Don Mario Iglesias García Teruel, primer Rector de UPAEP (1974-1999), cuyo legado sigue transformando vidas a través de la educación, la cultura y el servicio.

La comunidad universitaria UPAEP conmemora hoy, 21 de mayo de 2025, el primer aniversario luctuoso de Don Mario Iglesias García Teruel, primer Rector y arquitecto fundamental de nuestra institución. Su ausencia física contrasta con la permanencia de su visión, que sigue presente en cada aspecto de la vida universitaria.

La historia de Don Mario es inseparable de la historia de UPAEP. Su liderazgo transformó una noble iniciativa educativa en una de las instituciones más respetadas de México. Desde los primeros días en la ex Hacienda de La Noria, donde los estudiantes fabricaban sus propias bancas con ladrillos, hasta la consolidación del actual Campus Central, cada paso refleja su determinación inquebrantable.

Su rectorado, que se extendió de 1974 a 1999, marcó una época de crecimiento sin precedentes. La expansión no se limitó a edificios y aulas; Don Mario entendió que una universidad debe ser un espacio integral de formación. Por ello, impulsó el desarrollo académico con la creación de trece programas de licenciatura, estableció el sistema UPAEP Abierta y fortaleció los vínculos internacionales con instituciones como la Universidad de Oklahoma.

En el ámbito de la salud, su visión permitió la consolidación del Hospital UPAEP, el Centro de Servicios Médicos, la Clínica de Odontología y el Hospital Guadalupano en Teziutlán. Estas instituciones son testimonio de su compromiso con el servicio a la comunidad.

La excelencia académica fue una prioridad durante su gestión. La universidad alcanzó acreditaciones cruciales de FIMPES, ANFEM y CNEIP, además del registro ante el CONACYT. Estos logros establecieron las bases para el prestigio académico que UPAEP mantiene hasta hoy.

Sin embargo, Don Mario comprendió que una universidad debe ser más que aulas y laboratorios. Su compromiso con la cultura se manifestó en la creación de la Dirección de Fomento al Arte y la Cultura, el Museo UPAEP y el Centro de Estudios de Ciencia y Religión. Las novilladas en el antiguo estacionamiento, los torneos de box y el Festival de la Canción UPAEP son recuerdos que atesora la comunidad universitaria.

En su última entrevista, Don Mario reveló una faceta menos conocida de su liderazgo. "Nos sentimos solos, llega un momento en que se siente solo el Rector", confesó. Su solución fue simple pero profunda: salir a los pasillos para conversar con estudiantes y colaboradores. Esta cercanía con la comunidad universitaria lo distinguió como un líder accesible y humano.

Su legado trasciende lo material. Los "maestros solidarios", docentes que iniciaron donando su tiempo y conocimiento, ejemplifican los valores que Don Mario consideraba esenciales: la solidaridad y el bien común. "Ellos sí entendieron qué era lo que estaban haciendo, una universidad", afirmó con orgullo.

El mensaje final de Don Mario para las nuevas generaciones resuena con particular relevancia: "Hoy el joven tiene mucha mayor facilidad para desarrollar todas esas cualidades que tiene o debe tener como persona... Aprovéchenlo para ayudar a las personas que requieran de esa solidaridad".

A un año de su partida, UPAEP honra la memoria de quien fue más que un Rector: un visionario que entendió que la verdadera grandeza de una universidad reside en su capacidad para transformar vidas. Don Mario Iglesias García Teruel nos dejó una Universidad construida sobre cimientos firmes, pero sobre todo, nos legó una forma de entender la educación, como un acto de servicio y amor al prójimo.

El Águila Mayor emprendió su último vuelo, pero su espíritu permanece en cada rincón de nuestra Universidad, inspirando a nuevas generaciones a construir un futuro mejor.