El equipo de la Maestría en Innovación Pastoral realizó Conversatorio "A 60 años de haber celebrado el Concilio Vaticano" donde expertos dialogaron sobre la importancia y los retos que dejó a la comunidad cristiana dicho documento.
A 60 años de haberse celebrado el Concilio Vaticano, el equipo de la Maestría en Innovación Pastoral realizó un conversatorio en el cual se invitó a cuatro ponentes a dialogar sobre la importancia y los retos que dejó a la comunidad cristiana dicho documento.
Como introducción al evento, la Mtra. Adriana Ochoa explicó que el Concilio a discutir fue convocado por el Papa Juan XXIII en 1962, con el objetivo de promover la escucha atenta a los signos de los tiempos, lograr una renovación en la vida de la Iglesia entre los fieles y adaptar el Magisterio de la Iglesia a las necesidades y métodos de nuestro tiempo. Asimismo, argumentó que aquel ha sido el más representativo de todos los Concilios, ya que se realizó en cuatro etapas, en las cuales participaron dos mil sacerdotes de todas las partes del mundo, así como laicos y personas de otras religiones; de igual manera, se reconoce por tratar el tema de la renovación y la fidelidad a la tradición, es decir, ser abiertos a los signos de los tiempos sin descuidar las tradiciones de la Iglesia.
Para este conversatorio se contó con la participación de la Mtra. Vianey Jiménez, licenciada en Ciencias Religiosas y catedrática de Posgrados UPAEP Online; la Mtra. Itzel Mares, licenciada en Ciencias Religiosas; el Mtro. Hugo Ignacio León, maestro en Filosofía; y el Mtro. José Rafael de Regil, catedrático en la Maestría en Innovación Pastoral.
Para su participación, la Mtra. Vianey explicó que la Iglesia se entiende como todos aquellos bautizados. Tenemos una gran responsabilidad, comentó, un mandato misionero de ir por todo el mundo proclamando la buena nueva, entendiéndolo como vida digna, debemos procurar que todo hombre la tenga, concluyó.
Asimismo, exclamó que en la actualidad se pueden encontrar muchas cosas oscuras, por lo que se deben analizar los documentos del Magisterio para entender lo que se quiere lograr, de manera que esa misión de transformar la realidad sea más sencilla.
Por su parte, el Mtro. Rafael mencionó que la Innovación Pastoral es una praxis continua para crear respuestas de manera que cada quién pueda relacionarlas con la realidad que se vive. No es bueno que nos quedemos atrapados en la tradición solo porque es tradición, dijo.
En su participación, la Mtra. Itzel explicó que en las universidades de inspiración cristiana, el reto a resolver es que la razón y la fe se complementen no solo en la vida de los estudiantes, sino de toda la comunidad universitaria. La universidad, dijo la Mtra. Itzel, no solo forma a un trabajador para la sociedad, sino que este debe ser un humano pleno, integral, que tenga presente la promoción del bien común y que esté preocupado por los demás, terminó.
El Mtro. Hugo, por su parte, argumentó que a dicho Concilio se le llama ecuménico, debido a que se estableció un diálogo inter religioso, sin embargo, esta característica es la menos atribuida al documento, pues, en palabras del maestro, “aún falta bastante tiempo para que se logre el diálogo que se pretendía en el Concilio”.
De la misma manera, expresó que como católicos se necesita una apertura y un encuentro del otro, en cuanto a no estar cerrados a las creencias de los demás, por miedo a cuestionar la religión que se estableció de manera casi hereditaria.
Una vez que cada ponente hizo su participación, continuaron discutiendo los retos que el Magisterio convocó, así como la manera en que se puede relacionar todo lo escrito con la actualidad.
Para concluir este conversatorio, los ponentes respondieron las preguntas realizadas por los participantes, agradeciendo la invitación al evento y la asistencia de los presentes.