“Los Riesgos de la Interdependencia”
25/10/2022
Autor: Dr. Juan Carlos Botello
Cargo: Profesor Facultad de Comercio Internacional y Logística

Comienzo esta columna con la siguiente pregunta: ¿Qué es la globalización? Existen diversas definiciones y conceptos para dar respuesta a esta pregunta, pero me gustaría compartirles mi punto de vista respecto a ello. Para un servidor, la globalización es el resultado o el efecto de la integración de los factores económicos, políticos y sociales, entre otros (algunos otros como los tecnológicos se encuentran inmersos en los económicos –sólo por citar algún ejemplo). Sin embargo y dado lo ortodoxo de la postura, debo reconocer que hasta este momento todo resulta utópico. Es decir, la globalización no existe ya que no conocemos el resultado de dicha integración, pero si tomáramos como ejemplo la idea de una globalización política, nos daríamos cuenta de que los ciudadanos del mundo no votamos por un presidente mundial ni tampoco hay partidos políticos globales y que la máxima expresión de integración política se refiere a la creación de instituciones políticas en la Unión Europea. Ahora bien, esto no quiere decir que actualmente no haya procesos de integración en el mundo. Destaco que el factor más integrado hoy en día es el económico.

La integración económica en el mundo es un signo del dinamismo del intercambio comercial entre países, del aumento de la inversión extranjera directa, de las inversiones de portafolio y de cualquier otra actividad económica lícita. Las economías del mundo nunca habían estado tan integradas como en las últimas décadas. Los países intercambian bienes y servicios que son indispensables para su desarrollo y para cubrir las necesidades de sus empresas, de sus ciudadanos y de sus gobiernos generando así una interdependencia económica donde unos países intercambian bienes de capital, otros países materias primas, otros insumos estratégicos, etc. La interdependencia se crea porque hay países que carecen de la producción de un bien y lo tienen que importar desde otro para cubrir las necesidades de sus demandantes, pero últimamente esto se ha vuelto muy riesgoso. Gracias a la pandemia de la COVID-19, el mundo se pudo dar cuenta del alto grado de interdependencia económica entre los países y del impacto económico negativo como consecuencia. Recordemos que hay dos fenómenos económicos vigentes que dan cuenta de ello. La ruptura de la cadena de suministros y la caída en la producción de semiconductores causando con ello una semiparálisis en la producción automotriz y de otros bienes tecnológicos generando una fuerte interdependencia en el sector tecnológico ya que China tiene el control de la producción -al menos por el momento ya que tanto Europa como E.U.A. decidieron abrir sus propias plantas productoras-.

En este mismo sentido, Paul Krugman en un artículo reciente hace mención del concepto “interdependencia armada” (weaponized interdependence), acuñado por cierto por Henry Farrell y Abraham Newman relacionado con las guerras comerciales. Para estos investigadores, el concepto de guerra comercial ha cambiado. Ahora, el poder económico de los países proviene de la capacidad de restringir el acceso de otros países a bienes, servicios, información, etc. Los países usan esta idea más que la imposición de una guerra comercial. Los ejemplos más claros de la interdependencia armada son el de Rusia y E.U.A., en primer término, Rusia ejerce presión sobre Europa en cuánto al cierre del abastecimiento de gas natural en respuesta al apoyo que han dado países miembros de la OTAN y E.U.A. no sólo por imponerle sanciones económicas derivadas de la invasión rusa a Ucrania sino por el exitoso bloqueo del suministro de bienes industriales y de capital. El otro ejemplo es la reciente declaración del presidente Biden sobre la imposición de controles a las exportaciones de tecnología a China provocando con esto el nulo acceso por parte de China a tecnología de punta proveniente de otros países. La semana pasada, Katherine Tai, la representante comercial de Estados Unidos pronunció un discurso relacionado con la política industrial estadounidense destinada en parte a proteger la seguridad nacional. Denunció las "políticas de dominio industrial dirigidas por China y declaró que las ganancias de eficiencia derivadas de la liberalización del comercio "no pueden producirse a costa de debilitar aún más nuestras cadenas de suministro y exacerbar las dependencias de alto riesgo". Claramente podemos ver una tendencia de Estados Unidos para adoptar una línea mucho más dura respecto a la globalización. Nos guste o no, la interdependencia económica cuenta ya con sus primeros efectos.