El rector Emilio Baños Ardavín manifiesta el sentimiento de la comunidad universitaria frente a la fuga de uno de los presuntos asesinos de los estudiantes de medicina de la UPAEP y BUAP, así como del chofer de Uber que los acompañaba.
“Es una vergüenza” y “hace ver que sigue pendiente el tema de seguridad en la agenda del Estado”. El rector de la UPAEP, Emilio Baños Ardavín, se manifestó con estas palabras ante la noticia de la fuga de Felipe “N”, alias “El Pirulí”, el líder de la banda acusada de asesinar a tres estudiantes de Medicina y un chofer en Huejotzingo, en febrero de 2020.
En su habitual colaboración en el espacio de noticias conducido por Fernando Canales en Ultra Radio, expresó perplejidad ante la noticia conocida la víspera y confirmada por la Fiscalía de Puebla.
“Ayer nos encontramos con la noticia de la fuga de uno de los presuntos asesinos de Francisco Javier Tirado, José Antonio Parada, Ximena Qijano, estudiantes de medicina de la BUAP y la UPAEP y Josué Emmanuel Vital, chofer de Uber hace dos años”, señaló.
Además, reiteró que prevalece una urgencia de reconectar con las realidades que clama la ciudadanía, ya que hay temas importantísimos en Puebla que por la razón que sea en las administraciones pasadas no se han logrado atender incluso por divisiones internas entre el Estado y los Municipios.
“Todos tenemos algo que aportar y seguir construyendo en esta democracia, hay razones para estar esperanzados, pero también comprometidos en esos temas que son cruciales para nuestra sociedad”, añadió.
Justo antes del inicio de la pandemia por COVID-19, Puebla se vio sacudida por el vil asesinato de Javier Tirado Márquez y Ximena Quijano Hernández (ambos estudiantes colombianos de intercambios en UPAEP), José Antonio Parada Cerpa (de la BUAP) y el chófer de Uber, Josué Vital Castillo.
Sus cuerpos fueron abandonados en un paraje del municipio de Huejotzingo y tan fue el impacto de sus muertes que desencadenó el más grande movimiento estudiantil espontáneo de los últimos años en el Estado de Puebla, cuyo punto más alto fue la megamarcha universitaria por las calles de la capital, que congregó a más de 140 mil jóvenes de diversas universidades de la región quienes unieron sus voces en un clamor por justicia y seguridad.
En su momento, la UPAEP publicó una declaración institucional en la cual manifestó: “indignación y preocupación por la escalada de inseguridad y violencia que vive nuestro estado y nuestro país, que condena a las familias a vivir en una constante zozobra e incertidumbre”. Palabras que aún mantienen vigencia.
