El estudiante de la Universidad Católica del Norte de Chile es el primero en pisar suelo poblano como resultado del reciente convenio con la institución situada en el país andino.
UPAEP continúa consolidándose como un destino académico atractivo para estudiantes de intercambio. Ejemplo de ello es la visita de Mayron Francisco Lozano Vergara, estudiante de la Universidad Católica del Norte en Chile, quien decidió cursar un semestre en UPAEP, motivado por su interés en vivir una experiencia internacional enriquecedora.
Desde el inicio, Mayron consideró varias opciones, incluyendo España, pero finalmente optó por México debido a la relevancia del país en el ámbito económico y comercial a nivel mundial, además de otros factores como el costo de vida, la accesibilidad y la calidez de la gente, que ya había experimentado años atrás durante un viaje familiar.
“En aquella ocasión tuve la oportunidad de visitar Puebla y me di tiempo de conocer, por curiosidad, algunas universidades como el Tec de Monterrey, la Universidad de las Américas Puebla y UPAEP”, compartió.
Gracias a este viaje previo, Mayron ya tenía una idea de lo que encontraría. Sin embargo, su experiencia como estudiante fue completamente nueva y gratificante. Destacó la amabilidad de la comunidad UPAEP y la atención que recibió desde su llegada, no solo por parte del Global Crew, equipo encargado de la integración de estudiantes internacionales, sino también de los guardias de seguridad en las entradas, quienes le dieron un trato muy amable. “Me sentí bienvenido”, comentó.
Diferencias académicas y culturales
En cuanto a su experiencia académica, Mayron cursó materias como Innovación y Gestión del Cambio, Administración de Proyectos y Administración Logística. A pesar de hablar español y provenir de un país latinoamericano, hubo aspectos que no esperaba vivir.
“El principal choque cultural que tuve fue cuando recibí mi horario. Pensé que era una broma que mi clase fuera a las 7 de la mañana, nunca había escuchado algo parecido en Chile. Lo más temprano era a las 8:30, según yo. Me costó trabajo y sí he llegado tarde, lo que me ha generado algunas inasistencias. Además, esa es otra diferencia: el sistema de evaluación y de asistencia. Aquí los profesores pasan lista al inicio de la clase, mientras que en Chile generalmente es al final. Y el examen tiene mucho valor en la calificación final, allá representa un porcentaje menor”, señaló.
Ya en el salón de clases, Mayron asegura que la interacción con sus compañeros también fue un punto de contraste, ya que en Chile los estudiantes suelen ser más individualistas, mientras que en México es común el compañerismo y la cercanía. "Aquí todos te saludan, te incluyen en sus planes, te llaman en la mañana para salir. En Chile, la gente respeta mucho su espacio personal", mencionó.
Otra diferencia cultural para Mayron fue el tema de la seguridad. Si bien ya sabía que debía cuidarse, los mismos mexicanos lo regañaban por viajar en transporte público con sus aparatos electrónicos.
“En Chile siempre usaba transporte público para ir a la universidad; incluso podía ir con mi laptop abierta o mi tableta haciendo tarea. Un día se me cayó la cartera y por Facebook me buscaron para regresármela. Aquí en México, en lo que más he gastado ha sido en Uber porque me han dicho que es peligroso y que, si traigo la computadora, mi cámara o la tablet, es mejor no usar transporte público”, relató.
Explorando la cultura mexicana
Mayron aprovechó su estancia para conocer más sobre la cultura mexicana. Entre sus experiencias más memorables destaca el Día de Muertos, una festividad que lo impresionó por su colorido y significado. "Mi preparación para el Día de Muertos fue la película Coco. Me sorprendió cómo en México la muerte se vive con alegría y nostalgia al mismo tiempo", comentó.
También tuvo la oportunidad de viajar y conocer distintos lugares de México. "He estado en Cholula, el Zócalo de Puebla, Atlixco, Quintana Roo, Playa del Carmen y Tulum. Me encanta la parte cultural de este país, como la música en vivo en el centro y los tríos tocando en las calles", expresó.
En cuanto a la gastronomía, Mayron disfrutó de una gran variedad de platillos, aunque los prefiere con poco picante. "Probé tacos, memelas, quesadillas con flor de calabaza y hasta el chile en nogada (aunque no fue de mi agrado debido a la mezcla de sabores, algo muy diferente a lo que estoy acostumbrado). En Chile —refirió— no se tiene una cultura gastronómica tan amplia. Mi bebida favorita fue el agua de horchata, pero también probé la de tamarindo y jamaica", mencionó.
Finalmente, Mayron aconsejó a quienes deseen realizar un intercambio hacerlo estando realmente convencidos del lugar al que van a llegar. De otro modo, con tantas diferencias culturales, solo hay dos opciones: “o lo disfrutan o lo sufren, y sinceramente es una fuerte inversión como para no disfrutarlo”, expresó.
"Compartir sobre mi país y sentirme bien recibido ha hecho que esta experiencia sea realmente enriquecedora", concluyó.